¿Qué es el coaching de directivos y en qué consiste?
Si eres empresario, estás emprendiendo o, simplemente, formas parte del mundillo, es probable que hayas escuchado ya un concepto que se está abriendo camino y que se dirige a la punta de la pirámide de cada corporación. Hablamos del coaching de directivos, una enseñanza que cada vez tiene más demanda y que hoy quiero que conozcas conmigo.
¿Qué es el coaching?
El coaching, que ya nos acompaña en tantos ámbitos de la vida, es un método mediante el cual un experto en un tema instruye, entrena, apoya, acompaña y supervisa a aquel que necesita del aprendizaje de esos conocimientos, que son dados por el denominado coach o entrenador, que sería yo, en este caso.
¿Qué es, pues, el coaching de directivos?
Siguiendo la sencilla definición anterior, el coaching de directivos sería el entrenamiento para que un directivo o persona de responsabilidades similares consiga y potencie las cualidades, actitudes, aptitudes e incluso conocimientos académicos para disponer de competencias que le hagan ser más eficiente en su trabajo; esto es, conseguir más, con menos, al tiempo que se mejoran otros aspectos de su vida o, simplemente, se evita que estos se vean afectados.
Como es lógico, se puede recurrir a este recurso por muchos motivos, no sólo por el hecho de querer ser un mejor directivo. Por ejemplo, el coaching de directivos suele tener excelentes resultados cuando hay problemas de rendimiento o cuando la empresa está en proceso de cambio. Sin embargo, otras situaciones pueden darse y considerarse que este recurso puede ser, cuanto menos, interesante de introducir, por ejemplo, cuando un nuevo directivo comienza en su cargo.
¿Cómo se hace?
El coach se va a encargar de analizarte para conocer tu perfil y, con ello, algunas de esas cosas que te hacen ser quien eres.
Con ello, será momento de trabajar en la que se denominaría fase de recursos personales. Se trata de dar pautas y directrices para trabajar con las situaciones conflictivas así como, por otro lado (o no tanto), aprender a tener prioridades.
Habrá que evaluar situaciones de todo tipo, abriendo más el abanico conforme más relación haya entre ambos y, por tanto, más pueda ir sabiendo el entrenador.
El resultado de esas evaluaciones supone la realización de un plan de acción aderezado y montado sobre charlas diversas sobre los puntos a tratar, tanto para mejorar como para conocer todos los recursos de los que puedes valerte para mejorar tu trabajo como directivo y también para combinar y saber combinar de manera sana tu vida laboral con el resto. Este se deberá seguir sobre un tiempo que se haya estipulado para comprobar los avances y para incidir en cada tema durante el tiempo que sea necesario.
Lo que se busca es analizar los resultados de tu empresa con el personal y tratar de conocer fugas o errores para, por supuesto, solventarlos desde tu postura de profesional en dirección de empresas, siendo para ello, capaz de tomar decisiones acertadas.
Para ello, habrá que hacer deberes, sí, y traerlos a las sesiones para comprobar los progresos, con sus correspondientes dificultades cuando las haya habido.
Beneficios; ¿por qué asistir a coaching para directivos?
Si has leído con atención lo anterior y te has parado a pensar cómo repercutiría esto en tu empresa pronto te habrás dado cuenta de que el coaching para directivos, si es exitoso, se trata de una especie de Santo Grial.
Pero por si no te has dado cuenta, vamos a contarte qué vas a conseguir, a diferentes niveles, después de pasar unas sesiones con un coach de directivos.
- Definición de metas, estrategias y valores de más alta calidad, más relacionados con los intereses del empresario, de la empresa y también de sus trabajadores y clientes.
- Coordinación de todo lo anterior con los respectivos líderes corporativos.
- Perfeccionamiento de capacidades ya conocidas o introducidas en nuestro día a día; con ello, más y mejores resultados en cualquiera de tus objetivos.
- Aprendizaje de otros recursos que nos permitan conseguir soluciones divergentes o más rápidas o acceder a situaciones nuevas, por ejemplo, introduciéndonos en nuevos mercados o convirtiéndonos en una competencia del nivel de la corporación que siempre ha sido nuestro objetivo.
- Capacidad de reorientación de objetivos y metodologías de trabajo.
- Conseguir un equipo de trabajo que verdaderamente se pueda considerar como tal y que, por ende, se estructure, coordine y trabaje mejor, con sus correspondientes beneficios tanto para tu empresa como para ellos mismos como personas.
- Capacidad de diseñar objetivos tangibles y tener una visión de futuro realista.
- Sensación de aporte real a los resultados que la empresa consigue.
- Presentación de mejores resultados, algo esencial para sobrevivir en la lucha contra la competencia.